"Seamos como el cedro"
Seamos como el cedro
Siempre me han cautivado los árboles...Recuerdo cuando niña, iba al parque "Mirador del Sur", en República Dominicana. Corría entre ellos y dejaba correr mi imaginación. El verdor, majestuosidad, sentido de protección y libertad, me fascinaban.
En la biblia, se mencionan muchos árboles: el árbol de la vida, la vid, la higuera, las palmeras y otros. El cedro, capta mi atención por sus propiedades. Son grandes, con raíces fuertes y profundas. En Europa, se usan como ornamentos en jardines. Su madera se utilizó para construir el templo en Jerusalén; y por su olor particular, auyenta los insectos y gusanos. Su aceite aromático, tiene propiedades antisépticas. Por su cualidad de imputridez, su madera se usa para construcción naval y fabricación de sarcófagos; y los egipcios también lo utilizaban para el embalsamamiento de momias.
"Pero los justos florecerán como palmeras y se harán fuertes como los cedros del Líbano; trasplantados a la casa del Señor, florecen en los atrios de nuestro Dios. Incluso en la vejez aún producirán fruto, seguirán verdes y llenos de vitalidad. Declararán: «¡El Señor es justo! ¡Es mi roca! ¡No existe maldad en él!».
Salmos 92:12-15 NTV.
Nosotras, cuando estamos centradas en Cristo, también hechamos raíces profundas y fuertes como el cedro. Florecemos y crecemos seguras en Él. Con su Espiritu Santo, podemos construir su obra, sin putrefacción. Con la esencia de Jesús, y su poder "antiséptico", podemos repeler los "insectos y gusanos" que el enemigo quiere tirarnos y que intentan corroer Su influencia divina.
Con su poder, podemos preservar su amor y mensaje para un mundo perdido.
Seamos como el cedro. Que la savia de nuestro Creador sea la que nos nutra día a día y nos haga producir exquisitos frutos.
Evelyn Nieves